Escrito por: Jaime Virrueta - Travesía realizada el 28 y 29 de Julio del 2010
Considero que el viaje a Puquina fue una excelente decisión y es una pena que no nos hayan acompañado más ciclistas, porque de verdad se la perdieron. Posteriormente recibirán fotos y videos de nuestro viaje y verán que cuando digo que fue espectacular, es porque realmente lo fue.
Son 12 los ciclistas que hemos llegado a Puquina:
- Gabriela Romero
- Luis Delgado
- Dante Guzmán (ùnico representante del Tema AQP Bike y ahora llamado Dante "El Tren Bala" Guzmán)
- Pedro Villena
- Jaime Virrueta
- Mauricio Román
- Walter Ponce
- Walter Amésquita
- Héctor Ballón
- Vladimir Cuno
- Jesús Valdivia
- Miguel Zapata
Salimos del reservorio a las 6.55 am, "lamentando" que Jesús no cumpliera su palabra, pues me dijo que iba a acompañarnos, pero como no llegaba, partimos sin él.
Empezamos con un ritmo muy suave, subiendo el camino a Pocsi conversando animadamente y casi sin sentir el esfuerzo de la subida. A la mitad del camino nos alcanza Jesús Valdivia, muy fuerte él, con mucha decisión nos pasa y llega primero a Pocsi. Allí nos dice que Vladi está atrás, por lo que nos quedamos a esperarlo, mientas comíamos algo y Walter llevaba a Yoyi a conocer los restos de la antigüa iglesia que se encuentra enterrada.
Cuando finalmente llega Vladi, obviamente, le caimos con todo, molestándolo porque nos hizo perder tiempo. Luego de las bromas respectivas y terminar con nuestra fruta, reiniciamos el camino. Ah! cómo hace el borrachito para aparecer siemrpe que estamos en Pocsi? con la misma botellita y con la misma cantidad de..... de qué? qué trago tomará?
LA REVELACION
Antes de continuar, quiero dedicar unas líneas a Yoyi. Felicitarla por su performance, se matuvo pareja, siempre sonriendo, nunca se quejó, creo que se ha ganado olímpicamente un reconocimiento dentro de los ciclistas de montaña, fuerte, aguerrida. Por un momento pensé que no iba a poder hacer la ruta, pero nos calló a todos los que pensábamos algo similar, llegó muy bien. Ya todos te hemos felicitado Yoyi, pero es necesario comentarlo y hacerte llegar nuestros respectos.
LA COMPETENCIA
Hubo pues, una singular competencia entre Dante Guzmán y Jesús Valdivia, se daban parejo, pero quien ganó la competencia e inclusive llegó primero a Puquina fue Jesús Valdiva.... el angelito fue en moto !!!!!!! Claro pues, se imaginarán ustedes cómo lo hemos batido a la Mona Hacendosa, que Yoyi fue en bicicleta y él en moto. No tuvo más remedio que reconcer su "vergüenza", poner la cara y meterse en una competencia con Dante.
Por eso a Dante lo hemos bautizado como "Tren Bala", porque es fuerte, veloz, y se puso a hacerle competencia a Jesús que tenía que acelerar para no dejarse pisar el poncho.... Fue divertido ver a Dante persiguiendo a Jesús y éste acelerando para que no lo alcance. Felicitaciones Dante, eres muy bueno, esperamos verte en la competencia del 8 de agosto en Paucarpata.
Y bueno, continuando con nuestro viaje, llegamos al cruce que va a Polobaya y allí tuvimos nuestra segunda larga demora, porque Yoyi tenía problemas mecánicos. Uno de los ciclistas, el tal Colibrí, se quiso ganar un poroto con Yoyi y el pobre quedó avergonzado porque quiso arreglar la llanta posterior que estaba frenada y lo que consiguió fue empeorarla, menos mal que estaba Dante que arregló el asunto.
Luchito Delgado también presentó fallas mecánicas, que el buen Dante arregló a golpes, jajaja, no sé los detalles pero nos reìamos al ver que Dante había agarrado una piedra y con ella arreglaba algún problema de Luchito, mientras decíamos: total, esa bicicleta la hizo Pedro Picapiedra a pedradas, entonces igual tiene que ser arreglada..... a pedradas.
Justo en el momento de partir nuevamente, Mauricio se dá cuenta que está la llanta baja... así que nuevamente a esperar el cambio respectivo. Cuando hicimos cuenta de la hora, ya teníamos 2 horas de retraso.
Sin perder el entusiasmo, y algo apurados por Pedrito, como siempre, iniciamos el largo aceso hacia Talamolle. Hicimos una nueva parada en la Candelaria para reagruparnos y luego de 15 minutos volvimos a partir. Por alguna razón estábamos hambrientos y sólo queríamos llegar a Talamolle para meternos a comer arroz con huevo frito. Esa subidita se nos hizo eterna. Yo sólo pensaba en comer algo y en agua pues ya casi no tenía nada. Pero el restaurancito que alguna vez nos atendió, estaba cerrado, nos preocupamos porque no había dónde reabastecernos de agua.
Dante "El Tren Bala" se adelantó y felizmente encontró una tienda que suplió todas nuestras necesidades, con plátano, pasteles, pan, agua, powerade, etc, tenía todo. Barriga llena, corazón contento, reinciamos nuestro camino con la decisión de entrar al pueblo de Santa Rosa para que conozca Yoyi.
Ya que estaba con moto, y algo tenía que hacer con ella, a Jesús le encargamos que se adelantara a Puquina a reservarnos hotel para 12 personas y que encargara nos prepararan comida. Por unanimidad todos pedimos que nos preparen tallarines.
Y así pues, con las fuerzas recuperadas tomamos nuestras monturas y a bicicletear hacia Puquina. Después de haber comido,me sentía como nuevo y partí como bala, estaba primerito, hasta que la verdadera bala me pasó con una facilidad...... Esa subida después de Talamolle hasta Santa Rosa, me pareció interminable. Yo ya estaba orándole a Dios para que acabe la subida y la misma continuaba vuelta tras vuelta. Ya casi al final escuché un grito, era Dante que nos animaba a seguir.
Terminada la larga subida, iniciamos el tan placentero descenso a Puquina. Entramos a Santa Rosa para las fotos de rigor y luego la bajada fue meteórica, el paisaje que pasaba tan rápido a nuestro alrededor, ver que al fondo estaba Puquina, la tan ansiada meta, rodeada de esas montañas verdes, con sus cientos de andenes... fue hermoso.
En promedio, llegamos a Puquina a las 3.30 pm, una hora y media despuès de lo planeado, pero todos muy contentos. Ya Jesús nos estaba esperando bien bañadito y cambiadito, fuimos al hotel a acomodarnos y bañarnos. Nos alojamso en el Hostal María, bueno, bonito y barato, pagamos S/. 10.00 por la habitación.
Todos muy ansiosos nos peleábamos por entrar a la ducha y bañanos con agua caliente, pero..... el agua estaba helada... el "gran" Jesús se la había gastado toda. Así que caballeros y dama, nomás, a bañanos con agua fría que a pesar de ello nos recompuso y reanimó bastante.
Luego del baño de rigor, a las 5 de la tarde fuimos a almorzar. El restaurante que había contratado Jesús era una cuadra más abajo, las paredes estaban adornadas con pieles de boas, tigrillos, arcos, flechas, etc. Mientras esperábamos, los muchachos estaban tomando fotos a las pieles,a los comensales y de casualidad pasa uan de las empleadas del lugar que al ver el flash de una foto y creyendo que le habíamos tomado una fotgo a ella (ni siquiera era una chola power) se asustó y qquería que le devolviéramos la foto porque creía que le habíamos robado el alma.... qqueeeé? en pleno siglo XXI y todavía creía eso? pero así era y cada vez que pasaba por la mesa pedía que le devolviéramos la foto, hasta que tuvimos que demostrarle que no había salido en ninguna foto.
Cuando nos sirvieron los tallarines.... qué delicia.... era una combinación entre hambre y sabrosura que nos dejó plenamente satisfechos. Algunos pidieron tallarines con carne y otros con pollo. Pero amigos, estaba delicioso, muy bien preparados, muy bien servidos (osea loco, bastante pe'), con su pancito y luego su tecito calentito que nos cayó de maravilla.
Lo curioso es que Jesús, que estaba "tan cansado" y había gastado tanta energía por ir en moto, que se sopló dos platos de tallarines... por la chiva negra!!!! qué manera de comer....
No habíamos terminado de almorzar que ya estábamos coordinando la cena, y acordamos que ésta sea a las 8 pm. O sea, estábamos almorzando a las 5 y la cena era a las 8, qué manera de comer de los ciclistas..... si así como comen trabajaran.... jajajaja
Luego nos fuimos a la Plaza a tomarnos las fotos y sentarnos a conversar. Luego de un buen rato, de ver la luna y las entrellas, el cielo limpio, el horizonte que se mantería de un celeste claro, decidimos regresar al hotel a conversar un rato antes de cenar. Pedrito y Vladi compraron un litro de vino y con Jesús y Walter Ponce compramos una botellita de pisco.
En una habitación estaban Jesús, Pedro, Walter Ponce y yo. En otra, Walter Amésquita, Vladimir Cuno, Héctor Ballón y Mauricio. En una doble estaban Luchito Delgado con Dante, En una habitación independiente estaba Yoyi y finalmente Miguel en otra habitación.
Con el traguito comprado nos fuimos a una habitación cuádruple a esperar que nos avisen de la cena mientras conversábamos y tomábamos el traguito en forma muy suave sabiendo que al dia siguiente nos esperaba un gran recorrido. Jesús estuvo tomando nota de los kilómetros recorridos y al finalizar la ruta, nos informó que habíamos hecho 80 Km.
La cena fue otra delicia. Nos prepararon Estofado de pollo, ya sé que lo dije, pero, otra delicia y era económico, a 4 soles el plato incluyendo el pan y el mate, muy bueno, parecia comida de casa, nada comparabale con las cochinadas que a veces preparan en los restaurantes. Como es un pueblo pequeño, la gente es sana y la comida la preparan como si fuera para ellos.
Al igual que en el almuerzo, no estábamos terminando de cenar cuando ya estábamos preguntando por el desayuno. Decidimos que nos preparen solo avena.
Regresamos al hotel a descansar porque ya el cuerpo lo pedía a gritos. Luego de estar buen rato acostados, se nos ocurrió la idea de hacerle una serenata aYoyi. Como no sabíamos canciones, sólo se nos ocurrió cantarle Las Mañanitas. Así que nos armamos de valor y fuimos a darle la sorpresa Pedro, Jesús, Walter Ponce, Héctor y yo. Nos plantamos en la puerta de su habitación y empezamos a cantar... cuando estábamos en la parte que dice Despierta Yoyi despierta.... Ohh... se abre la puerta y nosotros que esperábamos que salga con su babydoll, nuestra queida Yoyi sale con ropa matapasiones.... buzo completo, hasta chalina, apenas se le veían los ojos.... jajaja. Fue divertido, le dimos las buenas noches y nos fuimos a descansar, ahora sí de verdad.
Al dia siguiente, a las 6 de la mañana ya estábamos levantados y muy hacendosos nos fuimos a limiar las bicicletas, todos con su cepillito de dientes limpiando las cadenas y echándoles aceite. Posteriormente, algunos nos ubimos al 4to piso del hotel a tomar fotos. El paisaje era espectacular, cómo sería si todo estuviera completamente verde? porque a se notaba que los cerros estaba un poco secos, pero igual el paisaje era bello, inclusive la luna aún se manternía vigente.
Vladi había decidido regresarse en ómnibus, salió a las 4 am porque "tenía cosas que hacer".
Del desayuno qué les puedo decir?. Nos prepararon arroz chaufa y tazas de avena con quinua. Bien comidos, bien jameados. Algunos se pidieron arroz chaufa con dos huevos fritos y otros arroz blanco con dos huevos fritos. Buen desayuno, y encima de todo ello, su matecito caliente. Nos sirvió de mucho ese desayuno porque nos esperaba una larga subida al salir de Puquina.
Al levantarnos, casi todos pensábamos que no ibamos a poder hacer la subida satisfactoriamente porque estábamos con los músculos duros. Pero nos equivocamos, subimos muy bien, claro que el desayuno fue vital para ello. Una vez que llegamos a Santa Rosa y listos para iniciar el descenso, paramos para reagruparnos, tomar agua, comer unos dulces y algunso muchachos llenaron botellas con el agua que baja de los deshielos, agua muy limpia y transparente.
La bajada a Talamolle fue brutal, lo que tanto nos costó subir el dia anterior, al regreso nos comìamos la trocha a mucha velocidad. Era una verdadera gozada, con la vista al frente para sortear los obstáculos o pasar encima de ellos. Una vez en Talamolle nos detuvimos en la misma tienda del dia anterior para reabastecernos, aunque estábamos casi completos con lo que habíamos comprado en Puquina.
En Talamolle se quedó Luchito, pues tenía visitas y le urgía llegar a su casa temprano. Así que con mucha pena nos despedimos de él porque se iba a regresa en ómnibus. Para ese momento ya éramos 9 ciclistas porque Jesús también se regresó temprano pues "tenía cosas que hacer", claro pues, es la Mona Hacendosa.
Con toda la adrenalina llenando cada centímetro de nuestro cuerpo, continuamos la bajada hasta llegar nuevamente al cruce de Polobaya. Allí algunos de nosotros echamos a dar gritos para estimularnos y gritos de satisfacción por lo que habíamos hecho, algo loquitos pero allí estábamos. Agunos querian regresar a Arequipa por Pocsi y otros por Polobaya y como Yoyi no conocia, nos inclinamos por Polobaya, la ruta más larga. Y allí estábamos otra vez, bajando para luego encontrarnos con esa subida después del puente. Trabajosamente la terminamos, con mucho esfuerzo. Pero cuando vemos el paisaje, esa cadena de montañas, uno simplemente dice: vale la pena, vale la pena ser ciclista, vale la pena ser ciclista de montaña.
La bajada a Mollebaya ya es historia conocida y quedará en la historia que luego de tan larga y esforzada aventura, Yoyi se cae, una caida cojinova.
Habíamos llegado a Mollebaya y bajado por el corte que da al pozo de agua. Estábamos esperando que llegue Yoyi, que dicho sea de paso, también bajó por el cementerio. Y bueno, llegando a la esquina del pozo, Pedrito levanta la mano diciendo que baje nomás, pues no venía ningún carro, pero Yoyi entiende mal y frena bruscamente con el freno delantero, se le planta la bicicleta y Yoyi volando. Corrimos a socorrerla y como siempre, ella se levanta sonriendo y dciendo que está bien, que no tenía nada. Mientras tanto, Pedro, no sé con qué ideas en la cabeza, le dice que tenía que frenar con el trasero ¿? no pues Pedrito, cómo le dices que use el trasero? Ya luego tuvo que explicarle que se refería al freno trasero...cosas que suceden.....
Terminamos en el reservorio, donde empezamos, entramos un rato al restaurante norteño a tomarnos unas negritas, comer un piqueo de yuquitas fritas y brindar por la aventura.
Lamentablemente Miguel desapareció, sin despedirse siquiera y dejándonos algo preocupados. Luego de esperarlo un buen rato, entramos al restaurante a tomar las negritas con la esperanza que no le haya pasado nada.
En lo personal, creo que ha sido una ruta excelente, sólo para valientes y fuertes, y aunque suene a pretencioso, creo que he dado la talla. Estoy satisfecho con mi desenvolvimiento. No ha sido una ruta fácil, nos ha costado mucho esfuerzo, pero ha valido la pena, realmente ha valido la pena y nadie nos quita lo gozado.
Finalmente, espero que los amigos que han participado en esta aventura nos cuenten su experiencia y den su opinión de lo que les ha parecido la ruta. Tal vez me he olvidado de algo... así que espero sus comentarios.
TRAVESÍA EN PUQUINA 2010 from CICLO AVENTURAS on Vimeo.
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