Todos parten hacia la ruta del sur, Berly y yo nos quedamos unos minutos para oxigenarnos y servirnos algún alimento y disfrutar del paisaje. Desde esta zona se descienden muy rápido, lo único que nos detiene son los riachuelos de los deshilos que abundan…llega un momento en convertirse en especie de tortura, el hecho de bajar constantemente para trasladar las bicis. Para esto ya estamos a las tres de la tarde, y el grupo se ha separado demasiado…Berly y yo pudimos alcanzar al último grupo y poder continuar juntos por algunos tramos más. Ya esta zona el terreno es más accidentado…pasmos por un bosque de queñuales , y recuerdo que Mauricio preguntaba por radio sobre nuestro paradero, ellos me informaron que están adelante, y que falta un montón para llegar a nuestro destino. Ya eran las 5 de la tarde y al fondo se veía el primer poblado “Muca”…para esto yo estaba un poco adelantado y el resto no parece…rayos! que puedo hacer?, el grupo está en tres partes, y el último grupo donde esta “la familia peluche” no avanza. Jaime y Roberto me alcanzan, y decidimos avanzar un poco. Cuando estábamos a la altura del primer pueblo, vimos recién aparecer a Berly y los “peluches” que caminaban…esta zona es de pura subida. La noche se hizo presente, tuvimos que hacer uso de linternas para poder continuar, al cabo de media hora pudimos divisar el centro poblado de “Taya”, para esto ya teníamos señal de radio y pudimos comunicarnos con Miguel “la pálida” …quien me indica que falta mucho para Lluta , y es mejor que nos quedemos en Taya. Bueno, al escuchar esto se los comunico a Jaime y Roberto, y decidimos esperar un poco hasta que den señales Berly y compañía, hasta que en la oscuridad vimos aparecer unos señores con sus mulas, y nos indican que el grupo que viene atrás esta bien y con linternas…eso nos tranquilizo un poco.
Ya era la 7:30 de la noche, el pueblo de taya está muy cerca, nos comunian por radio que el primer grupo está a punto de llegar a Lluta, y el segundo lo vemos desaparecer al otro lado del cerro. Ya resignados a quedarnos vemos con resignación el hermoso cielo de Taya, es un acontecimiento espectacular…uno se regocija con tan hermoso regalo de la naturaleza. Después de algunos minutos, sentimos ruidos!! era Berly y su grupo, ya se veía las luces de sus linternas, eso nos tranquiliza más y bajamos hasta alcanzar el pueblo. En su plaza jugaban unos niños, y nos indican que no hay llave del alojamiento, y que ya era muy tarde para la comida… cansados y de sed nos fuimos a una tienda, donde compramos una Coca Cola con leche, es cuando hacen su aparición “los peluches” mostrando también su preocupación por el alojamiento y la falta de comida. Pero mientras nos hidratábamos un poco, Lucio el dueño de la tienda, busco a los regidores, quienes nos solucionaron el problema del alojamiento. La verdad estamos muy agradecidos por su gesto amable, no solo de los regidores sino de toda su gente de Taya.
Cuando nos encontramos en el alojamiento, a punto de irnos a descansar llegó Dante “la locomotora”, vino con una camioneta desde Lluta para verificar nuestra situación. Desde ya agradecemos a nuestros compañeros que llegaron primero y organizaron prácticamente un rescate relámpago para todos los que se quedaron en la ruta. Nuestro grupo opto por quedarse el Taya, se encontraban muy cansados; el grupo de “los peluches” decidió retornar para Arequipa en el primer bus, y el resto se quedo para reunirnos con nuestros compañeros, y poder retornar todos juntos.
Que les puedo decir para finalizar el relato… fue una experiencia inolvidable, una ruta extrema, que tiene de todo, la verdad que yo tengo ganas del volver y concluir toda la travesía. Y es que esta ruta te pone a prueba, y sale a relucir todas tus habilidades, destrezas e incluso tus defectos. Enfrentar estos retos tiemplan tu carácter y tu espíritu. Amigos ciclistas, con esta experiencia aprendí mucho, gracias!
Esta ruta era la primera travesía??... Esa estuvo bien interesante.
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